dilluns, 14 de novembre del 2016

entre calles.

Capaces, naces, entre calles . Entre luces tenues y colores únicos por la luz de cada alma que se apaga en cada alba, caminas entre calles, chocando con lazos invisibles y capaces, de un vibrar incontrolable mediado por la melodía de un poeta, que sólo se recreo en alguna otra vereda. De nuevo surgen los recuerdos y los miedos, aquellos que sentiste cuando el calor del fuego no era suficiente para abrigarte el corazón. Pero ya eres más, y también menos. Capaces, naces, entre calles . Son las contradicciones las que crecen con el tiempo, que es más, pero cada vez nos queda menos. Son mas los poemas que se escriben, y menos serán los que alguien espera. Nadie inventó el todo perfecto, el verso que hoy escribo, la memoria y el castigo bendito de los dias, me obligarán mañana, a releer e inventar nuevos silencios. En los sonidos de cada imagen que retengo, por un segundo, entre la mirada y el baúl de lo vivido, se encuentran los latidos de las fuerzas, de cada hueso desgastado que pelea, por un mañana prometido y que no llega. Que la nostalgia del poema sea la única que nos quede, cuando en los tejados de cada barrio, lo que reine sea el descanso y el placer de los corazones abrigados. Capaces, naces, entre calles .

Fragmento de mi ciudad.jpg

Destello de rabia.

Montevideo (Uruguay), 2016


Como en las Crónicas de Narnia, abres el armario: el frío y el invierno.
Lágrimas por un empleo, cárceles de sueños.
No puedo llegar a estar agusto, me obligan a sentir,
por lo que se supone que es justo, para un hombre que es concreto en las ambigüedades de su deseo,
Y que hacer?, aunque sea un saber que la culpa es de los necios, que ese dogma está ya en el código genético. Tendremos que gritar
y decir que es el tiempo lo único que está en los huesos.
porque mi mente dicta otra cosa, y no es precisamente el someterme a un ganador que no acepta la derrota.
Deberán aprenderlo, con fuerza y fuego Como siempre han quemado nuestros,
igual que suyos, desenfrenos.

dese[g]os.



Una vez ya quebrada la palabra,
queda el desasosiego, en mirar la nubes y pasar la horas,
pensando en aquellas voces
que aún despiertan fuego entre cenizas.

Cavilaciones entre sones,
que hubieron durante largas noches,
entre húmedos deseos de
tocarnos con los más sutiles versos.

Cada línea de un tintero,
como savia que recorre mi jardín,
son mis dedos deslizándose,
entre tus mil formas de latir.

Caen los párpados en descanso,
tras recorrer con la retina tu cuerpo en lejanía.
Allí donde a mi me gusta,
donde puedo pensar en él; ansiándolo por no tener.

¿Y si es por tu alma mi deseo,
metáfora de un ancla que no puede amarrarse?
En cada puerto no existe arena,
que ponga freno al anhelo.

Todo es como el juego efímero de los besos
cuando te tocan; ya no los quiero.
Porque al final uno busca lo que no tiene Final:
la eterna búsqueda con la que no quiere hallar,

más que el sentido de sólo existir,
sin preguntar,
pero si encontrar respuestas:

estamos aquí para mirarnos.


Maria

Tu mirada verde se perdió detrás de un muro,
De arcilla y rasguños
De los hombres de la tierra,
Que de su valor salieron frutos.

El valor que te acompaña,
Junto con la ternura que de él emana,
Se abrazó con el mio bajo la danza del fuego,
Y se creó el amor de algo ya eterno.

Ya estás lejos,
Aunque seas ya en mí,
Así que cuando mires al cielo,
Piensa:
Que miro una estrella para ti.

Se que en este instante preciso,
Aun llevamos la misma arena en los zapatos,
[de una noche mágica,
donde nuestras sonrisas se tocaban]
Y crece la duna en el pecho, 
intenso,
De nostalgia por mas tiempo compartirnos.

También sueños e ilusión,
Por saber que hemos crecido,
La fuerza para seguir,
Y poder volver a vernos.

Como las flores que tanto admiras,
Igual yo a ti por tu color,
Aun nos quedan pétalos que abrir,
Bajo el sol de nuevas dudas.

Yo aquí estaré, con fuerte sentimiento
Sólo queda agradecer,
Por los hombros prestados y las risas por momentos,
Con un mensaje hacia tu alma:

No pares de vibrar con el viento,
Que al otro lado estoy yo,
Soplando al cielo de terciopelo.

Te quiero








PlAYA DE VALPARAÍSO (CHILE), con querida Manik Oxlahum

Ilusiones entre cordilleras


Después de unas lunas con las manos dormidas,

las ideas sin sueño, revoltosas, con un novedoso suspiro de paz.
Al quebrar el primer silencio sobre una marcha que debe acontecer,
y después del alba refugiada en un traje de lágrimas,
el corazón acelerado y un sin fin de humo embotellado,
puedo ya ser, ser con el aquello que ya fue.

Pero aun así, el pasado nunca es,
sino que unos cartones reciclados, con forma de avioneta de papel.
Con ligero peso llevadero, por las horas del ayer,
y un tanto pesado cuando se piensa en aquello que quizá no va a volver.

Todo ya es parte de mi,
Desde la humildad y con sensatez,
Puedo decir,
Gracias compañerxs por sentir junto a mi.

Como las gotas de lluvia contra el cristal,
Nublando el horizonte más lejano,
La importancia se quedó en el calor inmediato de la piel.
Los abrazos, la humildad,
Redescubrir lo que es humano,
Honestidad, corajes, instinto fiel.

Compartiendo cielos, haciendo camino al andar,
Dijeron algunos grandes soles, 
llenos de luz, llenos de verdad.
Compartiendo cielos, haciendo camino al andar,
Ves que lo importante en el sendero,
No es la distancia bañada por la fragancia,
Del paisaje sincero.
Son las miradas que dan la magia,
De las personas que te acompañan,
En cada suspiro de realidad.

Volando los Andes, Julio 2016